AZULES.
Eran azules sus ojos
Como el azul de los cielos,
Como las flores del lino,
Como la ilusión del beso;
¡Eran como dos estrellas
Sobre su rostro abrileño!
Eran los que me iniciaban
Tan dulces locos deseos,
Tan gratas risas de amores,
Tan bellas horas de ensueño…
¡Tantos pensamientos castos
Y tantos decires bellos!
Eran los que primorosos,
Jugaban siempre traviesos,
A cerrarse y no mirarme…
A abrirse y mirarme luego…
¡A quererme locamente,
Y después darme celos!
Ya no tengo quien me mire,
¡Mis ojos están ya muertos!
Ellos no pueden mirarme
Y yo mirarles no puedo;
¡No pueden verme ellos triste,
Ni yo, triste, puedo verlos!
Y me ahogan mis pesares
Si algo excita su recuerdo;
No puedo ver las estrellas,
No puedo sentir un beso,
Ni mirar la flor del lino,
¡Ni mirar frente a los cielos!
Increible tódo él.
ResponderEliminarIncreible ¡¡¡Pero cierto!!! Así era Fernán Quirós.
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