Domingo 25 Mayo 2014
LAS OLAS
Cuando veo romperse las olas
en vistosos penachos de espuma
y lanzar, como lluvia de perlas,
su dispersa corona a la altura,
yo quisiera romperme como ellas
restallar y fundirme en alguna
y con ella parderme en el fondo
de azuladas ignotas negruras.
Cuando veo mecerse las olas
dulcemente, en el mar sosegada,
como lechos de emsueño que esperan
el reposo de náyades blancas,
yo quisiera mecerme en su cuna,
al compás de las ninfas que cantan
y tejer esos sueños tan dulces
que tan solo comprenden las almas
Cuando veo las olas tranquilas
arribar sin rumor a la playa
como besos de un rito ignorado
del amor de la Tierra y del Agua,
¡cuanto diera por ser yo una de esas
del amor y el misterio olas mansas
y perderme en la arena, y que nadie
indagase de mí nunca nada!
¡Oh, el mar, oh, el mar!.. ¡Oh, las olas!
¡Que misterios, celosas, guardan!
Yo quisiera perderme entre ellas
y saber la verdad de las aguas
y ser cuerpo ideal de una de esas
que en las rocas bravías estallan
o se mecen con ritmo ondulante
o se mueren de amor en la playa,
Melilla, Agosto 1.922
De su Libro CLAROS DE SOL.
EL POETA
Manuel Fernández Rodríguez-“Fernán Quirós”, el hombre y el Poeta, y voy a seguir en singular, porque ambos fueron y estarán siempre juntos, nació en Madrid, un veinticuatro de Febrero de mil ochocientos noventa y ocho, se crió en tierras burgalesas y cursó sus estudios de abogacía en Granada. De las tres actitudes se impregno su personalidad, que se complementaría, posteriormente, por sus sucesivas vivencias. Obligado, de no ser así nunca lo hubiera hecho, era pacifista por naturaleza, estuvo un largo período en la Guerra de África. Nada más licenciarse, opositó a Notarías; fue Notario de Cardona, Riaño, Barrax, ahí por poco “le obligan” a hacer otra guerra, de Herencia y de Villarrobledo. Murió siendo Notario de Villarrobledo, aunque ya Notario Electo de Madrid. Murió el mismo día en el que tenía que tomar posesión.
Se casó con la sevillana Juana Fernández Quirós, con la que se unió para su vida y para su andadura poética. Con ella tuvo ocho hijos. Siendo Notario de Herencia, sus amigos de Albacete se empeñaron e incluso le costearon su edición y publicó un Libro, CLAROS DE SOL, con la siguiente dedicatoria: “A mi mujer y mis hijos, Nortes de mi vida”. Su prologuista y principal impulsor de la Obra, el también escritor y Librero, Francisco del Campo Aguilar, escribía, al respecto: “La poesía seduce, y, por ello, acompaña. Estas estrofas de “Claros de Sol” han estado conmigo unas horas, inefablemente seductoras. ¿Por qué? porque he hallado en ellas la sencillez que apetecía”.
Así era el hombre y así era el Poeta, sencillo, al que hoy, quizás con muchos años de retraso, sus hijos, nietos y biznietos, rinden este homenaje de mucho cariño y no menos admiración.
Da comienzo este blog, con el que podríamos considerar último Poema del Autor.
Se casó con la sevillana Juana Fernández Quirós, con la que se unió para su vida y para su andadura poética. Con ella tuvo ocho hijos. Siendo Notario de Herencia, sus amigos de Albacete se empeñaron e incluso le costearon su edición y publicó un Libro, CLAROS DE SOL, con la siguiente dedicatoria: “A mi mujer y mis hijos, Nortes de mi vida”. Su prologuista y principal impulsor de la Obra, el también escritor y Librero, Francisco del Campo Aguilar, escribía, al respecto: “La poesía seduce, y, por ello, acompaña. Estas estrofas de “Claros de Sol” han estado conmigo unas horas, inefablemente seductoras. ¿Por qué? porque he hallado en ellas la sencillez que apetecía”.
Así era el hombre y así era el Poeta, sencillo, al que hoy, quizás con muchos años de retraso, sus hijos, nietos y biznietos, rinden este homenaje de mucho cariño y no menos admiración.
Da comienzo este blog, con el que podríamos considerar último Poema del Autor.
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