ESPERA.
Cada vez que escudriño el horizonte
ansioso de gozar de la luz más pura,
tropieza mi tamaña desventura
con la cima sombría de algún monte.
Al igual en el mundo de mi alma,
cuando busco la luz de mi destino,
encuentro siempre un monte en el camino
como un vigía que me dice: ¡Calma!
yo hubiera llamado a este poema "Templanza". Fernán Quirós un grande.
ResponderEliminarPuede que tengas razón, pero supongo que por "algo" lo tituló de ese modo. Y en efecto, ¡era grande!
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