DOLOR.
Me duele el alma, que, a ratos,
lo inmaterial también duele.
Me duele con tal angustia
de dolores, que no tienen
comparación con dolores
que a lo material estremecen.
Me duele con tal locura,
con sentimientos tan fuertes,
que si no estallan es por miedo
de que el Dolor se recree.
¡Me duele con tal angustia
que bien pudiera romperse!
O sea, que te dueles tú; pues ya somos dos. Abrazos.
ResponderEliminarGracias José por estar aqui...y si, ya somos dos. Abrazos.
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